Hoy vamos a hablar de Jesucristo como piedra que edifica. Él es el principio y el fin, en Él está el fundamento y la cabeza de todo. Por lo cual somos llamados a ser edificados como casa espiritual y al servicio del Señor. Ofreciéndonos y todo lo que tenemos como sacrificio a su Nombre. (1 Pedro 2:5)